EJERCICIOS DE UN MINUTO

Si estás cansado de que te digan que debes hacer ejercicio, si estas cansado de contestar ¡No tengo tiempo! Esta es justo una propuesta para ti.
Si tienes prisa no te preocupes, ¡SOLO TARDARÁS UN MINUTO!

Túmbate en el suelo, después levántate y ponte en pie. Vuelve a tumbarte y vuelve a levantarte y sigue haciéndolo durante un minuto.

Fácil ¿verdad? Con éste sencillo movimiento estás ejercitando tus músculos, tus pulmones y el sistema circulatorio.

Otro ejercicio práctico cuando hay mucha prisa es saltar 100 veces, hazlo, es rápido, fácil y barato.
Saltar es expresión de alegría, de libertad, de plenitud. Con éste ejercicio aeróbico además quemas calorías y le das una salida al estrés.

Ahora no tienes excusas. ¿verdad?

“La Hora del Planeta” Apagón Mundial


Yo me sumo a “La hora del Planeta”, se trata de un apagón simbólico entre las 20.30 h.y las 21.30 h.de mañana sábado, destinado a sensibilizar a la población sobre el cambio climático.
La campaña, es iniciativa de WWF (Foro Mundial de la Naturaleza), y a ella se han sumado empresas y gobiernos de todo el planeta.
Las pirámides de Giza (Egipto), la Torre Eiffel de París, el Coliseo en Roma o el puente Golden Gate en San Francisco son algunos de los lugares emblemáticos que apagarán sus luces.

“Es un acto simbólico, con el que no se reducirá de manera significativa el consumo de energía, aunque es una forma de darle voz a la población”, dijo la gerente de WWF para la Hora del Planeta, Joanna Wiseman. “Todo el planeta funcionará el sábado como una sola comunidad para transmitir a los líderes que toman las decisiones sobre medio ambiente que nos preocupamos por el cambio climático”, agregó.
La responsable del WWF aclaró que "no hay que apagar todas las luces. Se trata de prescindir de todo aquello que gasta energía de forma innecesaria, sin comprometer la seguridad de los ciudadanos".

La campaña mundial comenzará en Nueva Zelanda -debido a la diferencia horaria- donde todos los generadores de diésel de las islas Chatham, un pequeño archipiélago en la costa este, serán apagados a la hora convenida. El apagón mundial se irá trasladando hacia el oeste, desde las principales ciudades de Asia-Pacífico, hasta Europa. En España se apagarán monumentos y edificios emblemáticos en muchas ciudades, como la Cibeles en Madrid, el museo Guggenheim en Bilbao, la Alhambra de Granada, la Torre del Oro de Sevilla, o la Plaza de El Pilar de Zaragoza.

La iniciativa pretende llamar la atención de los dirigentes que acudirán a la reunión de Copenhague en diciembre, donde se firmará un nuevo tratado global sobre el cambio climático que sustituirá al de Kioto.
Incluso el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, hizo un llamamiento a la población de todo el planeta para que participe en esta iniciativa y recalcó que "la Hora del Planeta es una forma para los ciudadanos de enviar un mensaje, pedir acciones concretas ante el cambio climático". "Necesitamos un acuerdo ambicioso, un acuerdo justo y efectivo, un acuerdo fundamentado en la ciencia", añadió.

La Hora del Planeta comenzó en 2007 en Australia, y contó con la participación de más de dos millones de personas. Un año después, el evento se convirtió en el movimiento más grande del mundo frente al cambio climático, al contar con la colaboración de más de 100 millones de personas en más de 350 ciudades. Ban declaró que esta edición promete ser 'una de las demostraciones públicas más grandes que se han intentado', mientras que el WWF manifestó su deseo de lograr implicar a más de 1.000 millones de personas.




LA TIENDA DE LA VERDAD


El hombre paseaba por aquellas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y por eso se detenía algunos instantes, delante de cada escaparate, en cada plaza. Al torcer una esquina, de pronto se encontró un local cuya marquesina estaba en blanco.
Intrigado, se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate.
En el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba: ‘Tienda de la Verdad’.
El hombre estaba sorprendido; pensó que era un nombre de fantasía. Pero no pudo imaginar qué vendían. Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:
–Perdón, ¿ésta es la Tienda de la Verdad?
–¡Sí, señor! ¿Qué tipo de Verdad está buscando? ¿Verdad Parcial?, ¿Verdad Relativa?, ¿Verdad Estadística?, ¿Verdad Completa?
Así que allí vendían la Verdad. Nunca se había imaginado que aquello fuera posible, llegar a un lugar y llevarse la Verdad. Era maravilloso.
–¡Verdad Completa! –dijo el hombre sin dudarlo–. Estoy cansado de mentiras y falsificaciones. No quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños y fraudes. ¡Verdad Plena! –ratificó.
–Bien, Señor; ¡sígame, por favor! –La señorita acompañó al cliente a otro sector y, señalando a un vendedor adusto, le dijo: –El señor le atenderá.
El Vendedor se acercó y esperó a que el hombre hablara.
–Vengo a buscar la Verdad Completa.
–¡Ahá! Perdone –dijo el vendedor–, pero ¿el caballero conoce el precio?
–No. ¿Cuál es? –contestó rutinariamente. En realidad, él pensaba que estaría dispuesto a pagar lo que fuera por la Verdad.
–Si usted se la lleva, el precio es que nunca más volverá a estar en paz.
Un escalofrío recorrió la espalda del hombre. Nunca se había imaginado que el precio fuera tan alto.
–¡Ah, gracias!, eh… mmm… ¡disculpe! –balbuceó–. Se dio media vuelta y salió de la tienda mirando al suelo.
Se sintió triste, al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la Verdad Absoluta. De que aún necesitaba algunas mentiras en las que encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones donde refugiarse, para no tener que enfrentarse consigo mismo. Se consoló pensando:
“Quizás, quizás, más adelante…”

Historia : Pedro Alonso.
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